Este es un blog de relatos a la carta, escritos alrededor de palabras y temas que nos proponen nuestros lectores.Vosotros elegís cinco palabras y una temática cada uno, y nosotros escribimos un relato corto con TODAS las palabras, intentado que se oriente también hacia todas las temáticas.


¿Quieres proponernos palabras y temas? Puedes hacerlo en la pestaña de la convocatoria abierta.


¿Tú también quieres escribir con nosotros?Envíanos tu propio relato corto, mediante el formulario del blog.


martes, 24 de abril de 2012

Especial Maeve (a petición de Nebroa): La Mujer.

Fascinante, música, troglodita, amadeus, cabizbajo
Que hable de lo primero que se te ha ocurrido.










First play, luego lee.



  Probablemente porque era inalcanzable, porque lo era porque la daba la gana. O porque era encantadora a su manera ladina mientras todos los demás creían tontamente lo que ella creía tonterías. Probablemente porque se esforzaba tanto en ser persona mientras a su alrededor caían los años y caían los kilos y los coches y las televisiones de pantalla plana grande que te cagas. Probablemente porque siempre que escuchaba su música favorita me la imaginaba olvidando por un momento el peso inmenso de todo el universo y bailando por el pasillo con unas monstruosas zapatillas con forma de cabeza de ovejitas. Probablemente porque se creía maldecida con la soledad inmerecida y no se daba cuenta de que lo que ocurría de verdad es que tanta humanidad había puesto el listón demasiado alto para tanto troglodita. Probablemente.

O tal vez fuera porque en realidad no entendió nada, que era sencillamente inevitable que, cuanto más se esforzara en alcanzar la belleza, la del alma, más olvidara lo mucho que eso la alejaba de todos los demás. Y allí arriba, en la cima, a penas hay aire, ni persona alguna con la que compartir. Que todo lo que se ama siempre se ama en soledad, que lo único que queda es dejar de buscar, para poder encontrar; que nadie está más solo que el que quiere compañía.

Se nos olvida, de qué manera lo que somos nos arrastra por el mundo miserable cada día más necesitados, cada día más solos. Se nos olvida, que sólo somos cuando regalamos y lo que regalamos llega y, al llegar (en un destello), conectamos. Que todo lo demás es arrastrase cabizbajos imaginando mundos en los que somos el centro y los protagonistas de una historia encantadora en la que todas nuestras necesidades quedan cubiertas por arte de birlibirloque. Se nos olvida. Mecidos por tardes de risas enloquecidas en las que imitamos a Amadeus delante de una cerveza, en noches cada día más contadas en las que besos con lengua hacen promesas que los cuerpos que acompañan no podrán jamás cumplir. Por más que quieran. Promesas vacías. Se nos olvida. 

Impenetrables. Seres humanos impenetrables que nunca concretizan, hablando en hipérboles y en fábulas, desgranando fantasías. Cabizbajos, dando por hecho lo que viene fácilmente y añorando todo aquello que, se supone, está escrito para nuestro deleite. En realidad, sólo queda esto: Una historia de amor en palabras escritas. Ama lo que eres.




4 comentarios:

  1. Manda carallo.

    Soberbio.

    Soledades que se complementan,
    que juegan juntas...
    que obedecen a mareas que las trae y lleva
    y une siempre a personas opuestas,
    separando a los amantes ardientes
    que perecen consumiendose el aire .
    El que ama la soledad...es por que no la tiene?,
    la encuentra,la crea quizás,la arranca
    de su compañera...pero no la posee,
    solo la añora.
    La soledad no se tiene,te tiene ella a ti.
    Ser uno y pleno...lograr sentirse asi,
    ser consciente del momento,
    ser consciente del movimiento,
    vencerte y empatar a veces.
    Amar lo que eres .

    Leyendoos la vida me queda grande...fiu!
    Gracias Maeve.
    Un saludo a la de la clavicula de diosa.

    ResponderEliminar
  2. Leyendo cosas como ésta se me quitan aún más las ganas de escribir.
    Y es que recuperar el placer de saborearte no tiene precio jamía.
    Y hay que saber madurar para aceptar que escribes lo que es. Lo que hay.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nena, nena, nena. Me corto las manos si es preciso.


      Hace un par de años, en una de estas en las que leía el blog de Alía, me entró la temblequera y me dije, leyendo a esta chica se me quitan las ganas de escribir. Entonces me regaló mi padre la correspondencia de Federico García Lorca. Y fue curioso: Él estaba en las mismas.

      Como Federico no voy a escribir, pero sufrimos igual, que es más guay.

      Da gusto verte por aquí :)

      Eliminar