El que pide: Permuta
Palabras: Distopías, redes sociales, nacimiento, reconocimiento, aceptación.
Tema: Aún sobreviven las redes sociales en un futuro cercano, así se tienen perfiles completos de varias generaciones de antepasados. La tele de hoy sería algo primitivo y remoto. Los niños preguntan a los abuelos por el viejo juego de la tele.
chalton hizo un gesto con la mano para
que se acercara, el joven se levanto abandonando la caja luminiscente
vestigio de un pasado remoto, incomprensible para su tierna mente
inquisidora. Había estado tumbado boca abajo a escasos centímetros de distancia de la maquina retro, sobre la moqueta gris, antaño azul
tormenta.
- Así que no
te lo crees ¿eh?-
- ¿Como es posible que no pudieseis
decidir lo que veíais?-
- Jajaja- el anciano carcajea el
cavernoso pecho, haciendo ecos en la sorpresa del estupefacto
muchacho. - La tecnología era así entonces, las cosas no eran como
ahora, en aquella época no había
ordenadores, ni siquiera teníamos
teléfonos móviles.-
- ¡Ala!-
El niño boquiabierto miraba a su
abuelo con ojos de sapo atragantado. Lo coloco sobre sus rodillas
para encararlo de hombre a hombre y pensó.
Quizás este preparado, ¿quien sabe?.
- ¿De donde vino la idea de hablar
sobre la televisión?.- Preguntó con una
gran sonrisa de amor y ojos tiernos que dirigió
a la joven vida anhelante.
- En las redes sociales, uno de mis
contactos hablaba de una película antigua,
su abuelo le dijo que el la vio de joven en la televisión.
Nos pusimos a buscar sobre esa maquina, pero no entendimos nada.
- Es lógico- el anciano hizo una
pausa que le llevó al pasado a la velocidad de la luz, una sensación
de ingravidez invadió
su cuerpo, que por unos instantes le permitió verse a si mismo
flotando en un mar de recuerdos, encapsulados en burbujitas
transparentes que albergaban instantes de su vida pasada; suspendido
en los intersticios del tiempo, pudo
moverse entre las imagenes, encontrándose
con los rostros de los muertos conocidos, amados y odiados. Antes de
emborracharse de tristeza por las perdidas y los deseos truncados,
que se aparecían mas vivos e insistentes que los triunfos. Recuperó el dominio de si mismo para dirigirse a la cápsula concreta que
necesitaba y absorber su contenido, bebiéndose
la esencia inerte, llenándose con el
cóctel espacio tiempo que abarrotaba una existencia de empresas
vividas, con la intensidad de una época más
analógica.
- ¿Abuelo?-
- Perdona...ya estoy
aquí. Fue antes de tu nacimiento, mucho antes, la tele ya convivia
con lo que tu conoces ahora, y llegó un momento
en que, a pesar del reconocimiento de lo mucho que había
hecho por la humanidad, esta debía seguir adelante con lo nuevo, y
para ello, era menester eliminar lo viejo. Técnicamente
lo que tu disfrutas ahora es mejor en muchos sentidos, pero en otros
es un error. Y como en todas las cosas, hijo, lo difícil
es encontrar el punto medio, algo que no veras muchas veces conseguir
a esta raza joven, que poco a poco entiende que solo es un granito de
arena en un desierto de vida.
- Vale, pero no puedo ver lo que
quiera, ni seleccionar opciones, ni ver a mis amigos. No puedo hacer
nada de nada, es un aparato inútil que no
sirve para nada-
- Ja ja ja, no seas tan duro, pero te
entiendo, aunque yo no he tenido problemas en la aceptación de la
tecnología que usas tu.
- Pero eso es normal, porque la
moderna hace mas cosas que la vieja, seguro que al revés te
costaría.-
- Es posible-
- Yo no podría vivir en un mundo con
televisión, seria como estar en el
infierno, podría ver algo, pero no lo que
quisiera y cuando quisiera.-
- Toda una distopia, chavea-
- ¿Una que?-
- Ahora tengo que irme, voy a por la
merienda; ¿que te parece si en lo que traigo los bocatas, tú le das
una oportunidad y luego me lo cuentas?-
- No se, es que..
- Enciende la,
gira esa pieza a la derecha, hasta que escuches siete clics,
después mira lo que aparece durante diez
segundos, un hombreton como tú tiene que poder hacer algo tan
sencillo ¿no?-
- Si-
- Buen chico-
Cuando regresó, encontró el salón
vacío, sonrió y se sentó en el viejo
sillón con la comida, a esperar pacientemente.
Lo ultimo que vio el niño, fue
un paisaje muy hermoso, con una montaña. Había bosques verdes y el
sol alumbraba un cielo azul inmenso lleno de blancas nubes, justo
antes de que la pantalla se lo tragara, absorbiendo
su cuerpo hacia otro mundo.
Gracias por tu atención, me gustó el relato, un antes y después, mucha imaginación, de fácil e interesante forma de escribir y llegar al lector.
ResponderEliminarUn abrazo
muy amable Soledad, gracias.
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