Este es un blog de relatos a la carta, escritos alrededor de palabras y temas que nos proponen nuestros lectores.Vosotros elegís cinco palabras y una temática cada uno, y nosotros escribimos un relato corto con TODAS las palabras, intentado que se oriente también hacia todas las temáticas.


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lunes, 14 de mayo de 2012

Especial Maeve a petición de Barbakana: Meet The Bodhisattva

 
Las peticiones que hacemos, al destino, a dios, a la vida. Las renuncias que hacemos, las que no sabemos que hacemos, las que nos obligan a hacer. La resistencia para alcanzar nuestros sueños, que no es más que el marcador más certero para conocer hasta que punto estamos cerca de alcanzarlos, y lo importantes que son, en realidad, para vivir. Las mentiras que nos cuentan, los héroes equivocados con que nos alientan y que, en realidad, sólo existen para aplastarnos.
Los grandes obstáculos que, imaginamos, son imposibles de superar. Imposibles de superar. Superarse.


Imaginar.


Imaginar, sólo por un momento, que los grandes obstáculos no fueran tales, sino, y en realidad, el combustible con el que se enciende para siempre la hoguera interna que te hace avanzar. Arrastrarte sobre tu vientre, sobre la arena de la playa, sobre las miradas confusas y piadosas que te juzgan -o que te empujan- para alcanzar la orilla. Imaginar, sólo por un momento, que ESE no fuera el obstáculo a superar, sino tu fuente de energía. Tus piernas muertas.
Seguir imaginando. Que lo complicado no fuera obviar las grandes pérdidas, las grandes carencias. Que la dificultad residiera en ser, sólo, una persona normal. En ser el primero en desear algo. El primero en tu familia, el primero de tus amigos, el primero de todas las personas que alguna vez has conocido. Que lo imposible fuera, sencillamente, comenzar a imaginar. Arrastrar un corazón roto, una hipoteca impagada,  tres sobres de facturas demoníacas que permanecen cerradas. Tu ignorancia. Tu falta de fe. La falta de fe de tu madre, la de tus hermanos. No saber cómo empezar, creerse uno demasiado pequeño, demasiado insignificante. Demasiado ser para arrastrar.



Imaginar, sólo por un momento, que tú eres tu propio héroe. No el surfero de las piernas muertas que consigue, incluso sin piernas, lo que para ti es imposible: 


Imaginar.



Bienvenido al mundo real.